Cachemira en Llamas: Implicancias Políticas y Económicas del Nuevo Conflicto entre India y Pakistán
El 24 de abril de 2025, dos hechos renovaron la tensión latente entre India y Pakistán: un ataque armado en la localidad de Pahalgam, en el estado indio de Jammu y Cachemira, y un intercambio de disparos entre fuerzas de ambos países en la Línea de Control (LoC). Este doble episodio vuelve a poner en el centro de atención una de las disputas más longevas y peligrosas del mundo, no solo por su carga histórica y nacionalista, sino también por la amenaza constante de un conflicto entre dos potencias nucleares.
Pero más allá del componente militar, esta escalada tiene implicancias geopolíticas y económicas de gran calado. En este artículo analizamos cómo este nuevo brote de violencia se inserta en una dinámica regional compleja, y qué consecuencias podría acarrear tanto para los equilibrios políticos de Asia como para los mercados e inversiones en la región.
Cachemira: una herida histórica sin cicatrizar
Desde la partición del Imperio Británico en 1947, la región de Cachemira ha sido objeto de disputa entre India y Pakistán, provocando tres guerras y numerosos enfrentamientos. Para India, mantener el control del estado de Jammu y Cachemira es una cuestión de integridad territorial. Para Pakistán, se trata de una lucha por la autodeterminación de la población mayoritariamente musulmana de la región.
El ataque en Pahalgam y la reacción militar
El reciente ataque en Pahalgam, que dejó varios muertos y heridos, ha sido atribuido por autoridades indias a grupos insurgentes operando desde territorio pakistaní. Pakistán ha negado cualquier vínculo y ha acusado a India de politizar el incidente. En paralelo, se registró un intercambio de disparos en la frontera, lo que eleva el riesgo de escalada.
Geopolítica asiática: actores externos en juego
La tensión entre India y Pakistán no ocurre en un vacío. China, aliado estratégico de Pakistán y rival regional de India, observa de cerca el conflicto, mientras que EE.UU. mantiene relaciones con ambos países, aunque con intereses estratégicos divergentes. El riesgo de una crisis regional podría empujar a estas potencias a intervenir diplomáticamente para evitar un enfrentamiento mayor.
Impacto económico regional: mercados e inversión
Los mercados financieros de Mumbai y Karachi reaccionaron con volatilidad tras los enfrentamientos. La percepción de riesgo se ha elevado, afectando el flujo de inversión extranjera directa, especialmente en sectores como energía, infraestructura y tecnología. India, como quinta economía mundial, también podría enfrentar presiones inflacionarias si el conflicto se prolonga.
Por su parte, Pakistán enfrenta ya una grave crisis económica, con inflación de dos dígitos, depreciación de su moneda y deuda externa creciente. Un conflicto prolongado podría colapsar sus finanzas aún más, agravando la inestabilidad interna.
Escenarios a futuro: diplomacia o confrontación
El curso de los próximos días será decisivo. Si ambos países recurren a canales diplomáticos, podría evitarse una escalada mayor. No obstante, el uso del conflicto como herramienta de movilización política interna es un riesgo real, especialmente en contextos de elecciones o crisis de gobernabilidad.
Conclusión
Cachemira no es solo una disputa territorial: es un espejo de tensiones históricas, rivalidades ideológicas y desequilibrios económicos. La reciente escalada es un recordatorio de que la paz en Asia del Sur está lejos de ser un hecho consumado. Para el mundo, representa un foco de tensión con potencial de desestabilizar no solo a dos países, sino a toda una región con peso creciente en la economía global.
